Cómo elegir el grifo perfecto para tu cocina

Si tu grifo está roto, gotea, tu plomero te dice que ya no aguanta más y es hora de jubilarlo, ya no te gusta y quieres cambiarlo, o simplemente estás pensando en una remodelación de tu cocina, esta guía para elegir el grifo perfecto es lo que necesitas.

Si un sofá bonito y acogedor es el rey de tu sala, un grifo lujoso puede ser lo mismo para tu cocina. Tanto si tienes una cocina en U o con una isleta central, un grifo que sobresalga, bien bello, puede marcar el estilo de tu cocina y ser el protagonista.

Por dónde empezar para elegir grifo

Probablemente me plantearía comenzar por el presupuesto. Los hay increíblemente bonitos y modernos, pero también pueden ser muy costosos. Si te gusta cocinar, como a mí, quizás prefieras gastar un poco más de dinero, ya que el grifo es un elemento que voy a utilizar unas cuantas veces cada día.

Lo primero que debes observar es el espacio donde van a estar el grifo y el fregadero. Si no se trata de una remodelación integral de cocina, probablemente no puedas hacer mucho: ¡el grifo va a quedarse en el mismo sitio! Si tienes un cuadro en blanco porque vas a cambiar totalmente tu cocina, habla con un diseñador de interiores o de cocinas. Seguro que tienen ideas que te sorprenderán.  

Personalmente, me gusta que el fregadero tenga una localización central, pero también cercana a la estufa y al lavaplatos, para optimizar los viajes de las ollas, sartenes y platos. De hecho, mi preferencia es que esté justo en el medio. Pero aquí, ¡hay gustos para todos!

Además, según donde estén tus tuberías, esto puede condicionar el tipo de grifo que puedas elegir: empotrado en la pared (ya se llevan menos) o salientes encima del fregadero (como a mí me gustan).

Después, lógicamente, si quieres que tu cocina se vea bellísima, tendrás que elegir un gran diseño: color, materiales, etc. Hay infinidad de modelos y estilos: modernos, retro, futurísticos, líneas redondas, angulosas, blancos, metálicos, negros, etc.

El color también es importante, hay gran variedad para elegir según el material. A la última, están los modelos negros con aspectos cromados y mates.

También a tener en cuenta…

Otras cosas que deberías también tener en mente son las siguientes:  

• Cómo de fácil es de limpiar. Huye de los que tienen formas muy complicadas o malas calidades, ya que pierden brillo muy rápidamente.
• Durabilidad: vas a utilizarlos todos los días y el desgaste va a ser grande. Quieres que te duren mucho tiempo y se mantengan bellos. Así que piensa en modelos con piezas cerámicas. También en modelos con monomando, que se abran y se cierren con suavidad, y no tengas que apretar fuerte para cerrar totalmente el caudal.
• Practicidad y ahorro: grifos con aireador y con resorte extraíble son ideales para lavar platos y también para limpiar tu fregadero. Si tienen monomando, mucho mejor, ya que puedes regular el caudal mucho más fácilmente. Una forma adicional de ahorrar agua es combinar el aireador con un reductor de caudal.
• Mando: ¿monomando o bimando? Los monomandos son más usados últimamente, aunque el “bimando”, antes olvidado, vuelve a estar de moda para los diseños de cocina más atrevidos.
• Tamaño del grifo y del fregadero y altura del caño. Seguro que no quieres que tu grifo se vea demasiado pequeño si tienes un fregadero doble e inmenso. Ten cuidado con esto, no elegir un tamaño adecuado para nuestros grifos es un error muy común. Lleva bien las medidas de tu cocina y fregaderos apuntadas antes de elegir. Recuerda: el grifo debe estar a la altura perfecta para no salpicar, pero, al mismo tiempo, debes poder colocar una olla o cazuela debajo para llenarla de agua. Si tu fregadero es pequeño y no muy profundo, es preferible un grifo de caño bajo. Si es muy profundo, puedes permitirte uno de caño alto.

Tipos de grifos

Ya te he dado unas cuantas indicaciones. Pero ahí van los principales:

• Instalado en la encimera. Mis favoritos, sobresalen justo en el fregadero.
• Instalados en la pared: se usan mucho menos y yo los veo muy poco prácticos.
• Monomando: con un solo mando se regula el caudal y la temperatura
• Bimando: con dos mandos para líneas de agua fría y caliente.
• De caño bajo: más económicos, no tienen mucha extensión desde la encimera.
• De caño alto: mis favoritos. Pueden ser semicirculares, aunque también los hay que terminan en una L invertida, también llamados, grifos con caño horizontal.
• Con resorte o manguera extraíble: ideales. Una vez que los pruebes, no querrás un grifo distinto. Te ayudan a lavar y a recoger la comida del fregadero. Si además tienes efecto “ducha”, es lo máximo.
• Con resorte de muelle: Aunque parezcan de cocinas industriales o de restaurantes, lo cierto es que cada vez hay más modelos para hogares.

• Fijos: poco prácticos, porque puede que no te dejen lavar bien cosas en el fregadero. No los recomiendo.
• Movibles: se giran según te convenga para tener todo el espacio que necesitas en la cocina. Además, ¡esto es casi obligado si tienes un fregadero doble!
• Abatibles: una forma especial de grifo movible que se “abate” hacia un lado. Más raros.
• Con aireador: permite ahorrar mucha agua y sinceramente, los prefiero.
• Sin aireador: no creas que son necesariamente antiguos, hay muchos modelos “retro” que no los llevan y quedan genial. Yo creo, de todas formas, que para un baño de restaurante pueden valer. En cocina, veo estos grifos un poco menos.
• Con sensores de activación y/o temperatura: los más modernos. Como en algunas duchas, tú eliges la temperatura y después con un mando sólo tienes que regular el caudal. También los hay, con o sin activación automática, que seguro que ves en algunos restaurantes: se activan al acercar las manos. Yo los veo innecesarios, pero si tienes presupuesto…Además, recuerda que pueden necesitar baterías para que funcionen.

Por último, cada día salen al mercado más y más tipos de grifos. A la última están modelos con sistemas de ósmosis que ofrecen agua fría como recién salida de la nevera. También modelos con luces LED, detector de presencia, etc.

Tipos de materiales

Además del acero inoxidable que es, sin duda, el tipo de grifo más común por ser resistente, durable, higiénico y fácil de limpiar, los hay de otros materiales:

• Cromados: se les puede dar muchos acabados: mates, metalizados o más brillantes. Necesitan algo más de mantenimiento (principalmente, limpiar con paño húmedo con jabón y secar con otro paño seco). Sin embargo, si le das un uso normal a tu cocina, no deberías preocuparte por ello. Si estás pensando en un grifo para una cocina industrial, mi elección sería el acero inoxidable.
• De latón, bronce o cobre: se utilizan para dar un aire retro o rústico. También necesitan algo más de mantenimiento que el acero inoxidable, pero si quieres una cocina especial, esta puede ser tu mejor opción.
• Níquel: principalmente en acabados, da tonos muy interesantes
• Materiales especiales y más raros y no aptos para todos los bolsillos: granito, mármol, etc.

Ideas para elegir grifo

En casas de campo rústicas y en cocinas clásicas, están de moda los frigos con líneas curvas y colores cobre.

También a la última está dejar el grifo del mismo color de la encimera y del fregadero. Ya sabéis que me encanta el negro.

O el blanco.

Sin embargo, como indicaba antes, los grifos con muelle, tipo pescadería están muy, muy de moda.

Y si quieres discreción, siempre puedes optar por un modelo minimalista.

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¡Ánimo y mucha suerte!